19 feb 2010

Mi Ángel

Me saludó. A pesar de la distancia, del mundo de kilómetros que nos separa, me saludó. Fueron sólo letras las que me comunicaran su "no te olvido", no vi la acción fue simplemente fe absoluta al portador del mensaje. Bastó con leerlo para cerrar mis ojos y ver a los dos ahí...fue inevitable detenerlas pues cuando menos pensé sólo las sentí recorrer mis mejillas, brotaron sin querer, sin pedirlo (Es lindo recordar de vez en cuando).
Como un musulmán orando a La Meca, sólo me vastó la imagen regalada en palabras para sentir cómo mi corazón se arrodilló ante las imágenes y sensaciones lejanas: por un momento olí los árboles estrellas del paseo estelar, me deleité con las luces de los traseros rojos, el zumbido del viento en la glorieta, el ruido del motor de los autos que van de prisa por llegar a casa, el olor a humedad por las lluvias... Fue un momento hermoso, mío por cuestión de segundos: un Paseo nocturno. Fue mi broche de oro del día, mi alegría nocturna hasta que fui a dormir. Gracias.

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