Parecía que no me habían olvidado, cada movimiento hizo que la memoria corporal despertara y se diera cuenta que estaba en su lugar donde por 30 minutos puedo ser solo yo, pensar, divagar, perderme y sumergirme en pensamientos, en sueños...no hay límite en 1800 segundos que tengo para mí.
El día se siente diferente, me siento diferente y de aquí no hay por qué parar.
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