16 feb 2010

30 minutos

Parecía que no me habían olvidado, cada movimiento hizo que la memoria corporal despertara y se diera cuenta que estaba en su lugar donde por 30 minutos puedo ser solo yo, pensar, divagar, perderme y sumergirme en pensamientos, en sueños...no hay límite en 1800 segundos que tengo para mí.
El día se siente diferente, me siento diferente y de aquí no hay por qué parar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario