30 ago 2007

Hoy

Hoy sentí tus manos en él, y fue como sentir tus manos en mi rostro. Hay dulces recuerdos que atesoro, y uno de ellos son la textura de tus manos: acolchonaditas, lisas, sin ningún rasgo de daño, indicativo de un trabajo delicado, más no por eso menos fuerte.

Al cerrar los ojos y sentirte de una forma extraña que ni si quiera puedo explicar, vi tus ojos posandose en los de él y fue verme de nuevo en los tuyos. Claros, transparentes y dulces como miel.

Hoy te pensé todo el día, y él lo sabe, y se mueve de alegría o nostalgia, aún no lo sé, lo cierto es, que hay una sensación extraña luego de lo que hablamos y no sabemos como bautizarla, no tiene nombre, o es inombrable, eso...tampoco lo sé, pero espero que el tiempo dé respuestas, que propicie encuentros (virtuales, reales o en sueños) en los cuales podamos saber quiénes somos y qué esperamos de este maravilloso juego que es la vida llena de hermosas casualidades, como lo fue el conocerte.

11 ago 2007

Mariposas

Las vi pasar frente al parabrisas. Volaban con prisa, como si el viento del norte las corretiara para llevarlas a su destino final.

Por un momento las envidié, por sus alas, por el viaje que emprendían, porque sabían cual es su lugar a llegar.

Mis alas no se han roto...pero ¿por qué tengo ese sentimiento? Quizás sea la ausencia de lugar a llegar y que la búsqueda se tornó más que insaciale, incansable.

Sé que llegará el día en el que de nuevo se desplegarán.

26 jun 2007

Quisieras

Anhelo tanto tenerte a mi lado, sentir tus brazos rodeándome en un caluroso abrazo y tus manos incendiándome.

Quisiera volverme a ver en tus ojos, pero que no fuera sólo por un instante, que fuera constante, que me contemplaran mientras crece la semilla, y que a la par, fuéramos juntos testigos de lo hermoso que es ver una vida luchar por la vida.

Sabes, quisiera no estar sola, no sentir esta opresión en el pecho; pero eso es una anhelo, un deseo, un quizás.

Me duele mucho la soledad y siento como me carcome día a día la piel, y él siente como mi cuerpo destila la tristeza. Me duele levantarme cada mañana sin nadie a mi lado y decir "Buenos días", esperando, creyendo o imaginando que él me responde desde adentro.

Quisiera, como quisiera tantas cosas. Lo cierto es que he despertado del sueño, del letargo, y la aventura terminó. Sólo resta pedir un deseo (sin esperar nada) al aire, a la luna, a las estrellas: Quisiera tanto que estuvieras conmigo.

Vivificando

Para un día que destila tristeza hasta por el poro más pequeño del cuerpo, no hay nada mejor que caminar por Paseo de la Reforma en dirección al castillo.

Si inicia uno la caminata desde Insurgentes, al llegar a la glorieta coronada por la palmera real, te darás cuenta que los árboles estelareas han oxigenado la tristeza, de la cual, sólo habrá quedado un pequeño halo al llegar al Ángel. Él al verte detectará tu angustia y alzará sus alas llevandose con una ráfaga de su aleteo todo tu pesar, y te hará recordar quien eres, qué eres, dónde pisas, tus sueños...pero sobre todo tu esencia. Te recordará tu libertad.

De los ojos caerán gotas, lágrimas sin sentido alguno, pero con una descarga de ellas, tu corazón queda en paz, tu alma tranquila y tu espíritu vivificado.

14 jun 2007

Negrito

Hoy te soñé. Eres justo como me imagino que serás: piel chocolate con ojos miel, igual que él. Tu cabello parecian resortes de caramelo oscuro, pero lo más lindo eran tu boca color cereza.

Eras el retrato más hermoso de un negrito cucurumbé y espero que así sea cuando te vea en diciembre. Por ahora sólo queda esperar.

9 jun 2007

Un corazón

Hoy escuché el latir de tu corazón y una sonrisa en el rostro fue inevitable dibujar. Pienso en tí y en tus ojos, los que espero que sean dulces y cristalinos como la miel, iguales como el que te dio vida.

Es emocionante hablar a la nada y saber que me escuchas, imaginarme tus manos, tu rostro, tu llanto, tu voz... quisiera que ya estuvieras aquí.

La ciudad nos despide con lluvia, buen augurio, y aunque duele desprenderme de esta hermosa ciudad, sé que pronto regresaremos, sé que no se ha escrito la última historia en este lugar, además es un presentimiento.

El tiempo pasa volando, veremos que nos dice él.

27 may 2007

Contigo

Mis pasos por la ciudad ya no son solitarios, ahora me acompañas tú, presente y ausente a la vez; pero sé que estás conmigo.

Los recorridos por Coyoacán, el Parque México, Reforma y demás lugares son diferentes porque tu estás conmigo.

Hijo de la Luna, serás una luz incandesente, refulgente...de plata.

Los olores y los sabores son diferentes porque tú estás aquí; los paisajes y la gente se aprecian desde otro angulo porque estás a mi lado. Sólo queda esperar.

1 may 2007

Paseo nocturno

El Tri cantaba a la estación del metro Baldera, yo cantaría a la estación Reforma del metrobus. Llegué pero tú no estabas ahí, en tu lugar encontré la noche y un viento me condujo hasta la avenida que me arranca suspiros, sueños, pero sobre todo el recuerdo de aquel día cuando a mi lado caminaste. ¿Sabes cuando es el momento más hermoso para caminar esa calle de ensueño? Cuando la noche te cobija y las nubes arropan la luna para dejar caer gotas cristalinas que lavan las almas... mi alma, la ciudad y los coches.

La lluvia siempre trae cosas lindas (indica buenos augurios). Es sorprendente como una hermosa noche y unos mensajes tuyos en mi celular puedan cerrar el día con broche de oro.

(Aún espero, no sé qué, pero espero)

18 abr 2007

Sobre tus pasos

Hay verdades que duelen , y el no tenerte cerca, el que no estés aquí, es una de las tantas que calan hasta los huesos.

Fuiste caminadora incansable y voy detrás de tus pasos por esta ciudad, aunque duele, aunque hayan espinas en el camino y lo recorra descalza (pareciera una procesión dolorosa pero alentadora a la vez, en espera del milagro).

Dualidad extraña y mística, pues juro que estás a mi lado; y aunque a mi alrededor sólo hay de tí un caracol, un joyero y tus palabras rebotando en mi pensamiento...sé que estás aquí.

10 abr 2007

Escribiendo historias...indescriptibles!!

Hay historias que uno empeña en querer escribir; sin embargo, a veces pareciera que ciertos temas no nos corresponden ser los tinteros, ni las plumas y mucho menos los escritores.

¿En qué radica? ¿Por qué estaremos impedidos para esos tópicos? ¿SErá una insuficiencia?

Lo cierto, es que es bueno seguir soñando que uno tiene un pluma y papel para escribir incluso en el manto estelar, que puede inventarse historias en espera que éstas sean verdaderas y se puedan tocar, sentir, degustar, oler...ver.

Por eso, pese a todo, sigo escribiendo, sin importar la superficie: sea piel, cielo o papel.

28 mar 2007

Llegaron tarde

En las escaleras esperé a que cayerán las respuestas o quizás un poco de oro de tí para sentirme parte de esa libertad que pregonas.

Pasó el, ese aire que me encanta sentir en el rostro y que a su vez le fascina jugar con mi cabello, pero aún así no pude volar y alcanzarte.

Te vi a lo lejos, resplandeciente como todas las veces que necesito de tí, como la madre estelar que me cuida desde el cielo, pero esta vez, no tuve palabras para decirte, sólo canto, sólo un tarareo y se apagó cuando entre al callejón.

Sólo espero la luna llena y que tu luz me siga iluminando, como hija de luna que soy.

Bitácora

Un cigarro. Quienes me conocen dirán: "fue un mal día", lo cierto es que no; sin embargo, hay una pesadumbre que invade mi cabeza como las flores moradas que insisten en ser alfombra por la ciudad.

Sé que estoy en el lugar adecuado, pero algo cae mal. Mi cabeza da vueltas una y otra vez buscando la respuesta y lo cierto es que ni al pie del ángel, ni teniendo a la guerrera de frente apuntándome con su flecha, encuentro una razón.

Tengo el presentimiento que la brújula se descompuso, y parece que hoy el cielo no mostrará la estrella polar para que me dé el norte a seguir.

Pese a que los caminos los he recorrido sola, en esta ocasión existe un desacoiego que no había...¿qué será?

Asómate

Caminas y a tu paso dejas una estela de luz. Te pierdes entre la copa de los árboles estelares y flores moradas, y aunque extraviada y sin norte, surge y refulge tu luz de plata...Luna al fin.

10 mar 2007

La primera lluvia

Un dejo de nostalgia destila en esta primera lluvia del año, marca despedidas y la bienvenida a otro capítulo de la aventura.

Otra función ha empezado, entran y salen actores de escena; mientras que yo, sigo en la butaca expectante, al filo de ella, con la emoción y la adrenalina que se produce cuando uno está seguro que algo pasará.

Llueve en escena. La lluvia siempre es buena: lava, purifica, trae buenos augurios, atrae buenos presagios.

La nostalgia destila entre las últimas gotas...y sigo de pie.

27 feb 2007

una noche sin poder dormir

Hay ocasiones que llega tu recuerdo y me toma por sorpresa por donde voy: en la calle, en el carro, mientras veo el cielo, pero hoy fue en un lugar poco usual...en la ducha.

Las lágrimas rodaron y el agua se convirtió en agua de mar. Ha pasado casi un mes y aún surgen esas mareas inesperadas, se lo atribuyo a los cambios, pues solía platicártelos para imprimirle emoción a las cosas y juntas hacer expectitavas de las mismas.

Como te lo dije, me pesa que no sepas en qué acabará mi aventura en esta ciudad, pero lo que sí te puedo asegurar, es que cada vez se pone mejor, empiezan los retos, los que duelen pero te hacen crecer...ya lo verás, me pinto optimista porque el sol y el calor, no me dejan olvidar quien soy ni de donde vengo.

9 feb 2007

De complicidades

Ayer me besó la primera gota de lluvia de la tarde (justo en el labio inferior), fue algo que rayó entre lo erótico y lo lúdico. Volteé al cielo otorgando una mirada a nadie, buscando complicidades sin resultado alguno. Las lluvias seguirán, y yo seguiré en mi búsqueda.

26 ene 2007

Ausencia

Me duele tu ausencia, recorro la cama y tu ya no estás. El cuarto se ha quedado sin tí, pero me duele más saberme sola de tí. Te lloro, suspiro y aspiro por ti, el corazón está a punto de reventarse de dolor, pero la vida sigue, y si algo dejaste tatuado en mi alma es el espíritu de guerrera.

Te amo, donde quiera que estés.

19 ene 2007

Paseo estelar

Existe un paseo de árboles estelares, donde al final existe un castillo, donde al caer la noche sale a rondar los alrededores un ángel de alas de oro con pecho de mujer. Yo siempre lo espero al pie de su pedestal, para que el viento de sus alas roce mi rostro y juegue con mi cabello. Mientras, observo a los hombre-hormiga pasar por el camino estrellado deleitandomen con el vaiven bicolor de sus luces.

Viento

Caminando hacia los leones, uno puede pensar que las cosas van de mal en peor, pero cuando el viento te acaricia la cara y juega con tu cabello; es un consuelo que no se puede rechazar. Las cosas quizás no vayan tan mal.

11 ene 2007

Elucubración

Lo cierto es que hay días muy lindos, hay días muy malos y hay días realmente nefastos en los que pienso que no fue buena idea levantarme de la cama; sin embargo, hoy, viendo El David bañándose en la fuente de la Plaza Janeiro, mientras camino y disfruto del sol y el aire frío debo confesar que esta es la más grande y excitante aventura que he emprendido.

Además, no cabe duda que los xoloescuintles realmente me hacen el día.

Traseros rojos

Si enumeramos mis lugares favoritos de la ciudad, ése es el Paseo de la Reforma y es por dos cosas: el Ángel de la Independencia (que por alguna extraña razón tiene pechos y se le atribuye artículo masculino) y sus árboles de estrellas. Pero de todo esta avenida el lugar ideal es la glorieta donde está el Ángel.

Se avecina la Navidad y en esta peculiar avenida, débil ya por tantas marchas y tráfico, se llena de luz: los árboles estrellas alumbran en verdad ¡así como lo lees!

Sus troncos han sido invadidos por serpientes luminosas que suben como si quisieran alcanzar sus hojas estrellas que titilan con el movimiento del viento.

Sentada en la glorieta acompañada del Ángel y viendo hacia el Castillo Chapultepec, se puede ver como las arbotantes del Paseo se opacan ante la luminosidad de los troncos, los cuales junto con los traseros rojos de los carros (si van hacia el castillo) y sus brillantes ojos amarillos (si me ven a mí) dan un espectáculo maravilloso, digno de ingresar a una lista de desfiles navideños, ya que además, es acompañado por la melodiosa música que producen los silbatazos de los tránsitos (un devenir de luz, pareciera un río luminoso).

Así es como se pintan las noches en Reforma, de donde los fantasmas del Castillo de Chapultepec, ven a estos chilangos locos, ir y venir durante las noches frías por la avenida.

Leones durmiendo

De repente lo escuché. No daba crédito a lo que mis oídos captaban como antenas receptoras: a mi lado un león roncaba.

Es verdad que el D.F. es la selva de concreto, y que en ella hay personajes urbanos que te dejan sin aliento, pero ¿un león suelto?

Éste espécimen en particular me dejó sin habla por unos momentos y con una carcajada en los segundos siguientes, la cual al ver que mi vida corría peligro, pues despertar al rey de la selva no es cualquier cosa, me comí la risa.

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Encontrarse al rey una vez puede ser un honor; una segunda vez, puede ser casualidad; pero una tercera, es cuestión del destino: el león me perseguía por la ciudad.

Cuando un mamífero de este tipo duerme, he escuchado de buenas fuentes, que no es bueno despertarlos, ya que montan en cólera y tu vida puede peligrar: un zarpazo, un rugido… uno nunca sabe lo que puede suceder con estos felinos.

Lo cierto es que la tercera vez que lo encontré, no pude evitarlo y la risa tragada salió. Se despertó, y aunque con algo de miedo en mis ojos, el cuadro no podía ser más cómico y surrealista: En el metrobus, viendo la luna llena a través de la ventana y como iluminaba las calles vacías por la hora madrugadezca (5AM) y lo que podría ir acompañado de una melodiosa música de fondo, él roncando iba roncando a mi lado.

Despertó. El león y el séquito que le hacía coro, se transformaron en gatos para devolverme una mirada fulminante que duró hasta la próxima estación.

Llegué a mi destino sin zarpazos, sana y salva…y bajé.

Al son que me toquen bailo

La falda volada de la señora de más de 40 causa tal sensación entre los bailarines, que parecieran secundarianos luciendo sus mejores pasos de baile ante ella.

Jóvenes entre los 40 y los 80 llegan al lugar, ahí no hay dolencias ni fríos, ya que el cuero es el que se arruga y no el alma, y cuando uno baila, baila con el corazón.

La pista, una rueda de concreto. Los músicos, una grabadora y cd´s. El evento: los sábados en la plaza de La Ciudadela.

Desde el 1,2,3 chachachá, pasando por el merengue y hasta un buen danzón, religiosamente los “jóvenes” se reúnen a darle brillo al cemento y bailar en las diversas pistas de baile, improvisadas en la plazuela, donde la tradición vive desde el México de los 40.

Los árboles y postes de luminarias, sirven de soporte para empotrar las lonas que cubren de las inclemencias del tiempo a los danzantes, ya que desde el amanecer hasta el anochecer, la pista está abierta tanto para el principiante, como el amateur, hasta para los lucidos profesionistas que van a “practicar” y sacar chispas al suelo gris.

El Charleston, el rock and roll de los 60 y la charanga suena al unísono pero sin mezclarse, y mientras unos descansan en la banca, otros, los más tímidos, bailan lejos de las pistas, escondido, como si esperaran dominar algunos pasos para una posterior visita en la que se lucirán frente al público presente.

Cachetes juntos, mano con mano… hombres y mujeres bailan sin notar el paso del tiempo, sin notar que el día acaba, y que los pájaros que emigraron esa mañana del jardín regresan ya que saben que el baile pronto terminará.

“La última y nos vamos”, marca con voz profunda y autoritaria el DJ de 60 años que gobierna la grabadora de la pista principal.

Zapatillas de tacón, mocasines, tenis y hasta botas se enfilan a bailar el último jalón del día.

En la pista del danzón, con sus parsimoniosos pasos, la banda deja de tocar y éstos dejan de encuadrar. Quienes traen sombrero dan las gracias, retirándose a los alrededores para comentar el día: quienes fueron y cómo y cuánto bailaron y hasta un con quien.

“Hasta el sábado”, se despide el DJ sesentón de la pista principal.

Los faroles iluminan lo que el sol dejó de iluminar, y un perro atraviesa la pista que empieza a vaciarse. Hombres y mujeres se van con una sonrisa en el rostro, en espera del próximo sábado en espera de ir a charolear y en la ciudadela bailar.