Mis pasos por la ciudad ya no son solitarios, ahora me acompañas tú, presente y ausente a la vez; pero sé que estás conmigo.
Los recorridos por Coyoacán, el Parque México, Reforma y demás lugares son diferentes porque tu estás conmigo.
Hijo de la Luna, serás una luz incandesente, refulgente...de plata.
Los olores y los sabores son diferentes porque tú estás aquí; los paisajes y la gente se aprecian desde otro angulo porque estás a mi lado. Sólo queda esperar.
27 may 2007
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