9 jun 2007

Un corazón

Hoy escuché el latir de tu corazón y una sonrisa en el rostro fue inevitable dibujar. Pienso en tí y en tus ojos, los que espero que sean dulces y cristalinos como la miel, iguales como el que te dio vida.

Es emocionante hablar a la nada y saber que me escuchas, imaginarme tus manos, tu rostro, tu llanto, tu voz... quisiera que ya estuvieras aquí.

La ciudad nos despide con lluvia, buen augurio, y aunque duele desprenderme de esta hermosa ciudad, sé que pronto regresaremos, sé que no se ha escrito la última historia en este lugar, además es un presentimiento.

El tiempo pasa volando, veremos que nos dice él.

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