Un dejo de nostalgia destila en esta primera lluvia del año, marca despedidas y la bienvenida a otro capítulo de la aventura.
Otra función ha empezado, entran y salen actores de escena; mientras que yo, sigo en la butaca expectante, al filo de ella, con la emoción y la adrenalina que se produce cuando uno está seguro que algo pasará.
Llueve en escena. La lluvia siempre es buena: lava, purifica, trae buenos augurios, atrae buenos presagios.
La nostalgia destila entre las últimas gotas...y sigo de pie.
10 mar 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario