28 mar 2007

Llegaron tarde

En las escaleras esperé a que cayerán las respuestas o quizás un poco de oro de tí para sentirme parte de esa libertad que pregonas.

Pasó el, ese aire que me encanta sentir en el rostro y que a su vez le fascina jugar con mi cabello, pero aún así no pude volar y alcanzarte.

Te vi a lo lejos, resplandeciente como todas las veces que necesito de tí, como la madre estelar que me cuida desde el cielo, pero esta vez, no tuve palabras para decirte, sólo canto, sólo un tarareo y se apagó cuando entre al callejón.

Sólo espero la luna llena y que tu luz me siga iluminando, como hija de luna que soy.

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