Me duele tu ausencia, recorro la cama y tu ya no estás. El cuarto se ha quedado sin tí, pero me duele más saberme sola de tí. Te lloro, suspiro y aspiro por ti, el corazón está a punto de reventarse de dolor, pero la vida sigue, y si algo dejaste tatuado en mi alma es el espíritu de guerrera.
Te amo, donde quiera que estés.
26 ene 2007
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