No hay nada peor (bueno sí lo hay, pero que afecte al ego de una mejor) que la piel de tu cara se declare en huelga de los 30 años que me corresponden y regrese a la pubertad, regalándome unos cuantos barritos e imperfecciones.
He de decir que me molesta en demasía,y si a esto le aunamos el calor que ya se empieza a sentir, está... bueno me ahorro las palabras soeces.
Sé que estamos en primavera, que la vox populi comenta que es linda esta estación, que los día soleados son lindos, y demás... pero en definitiva me declaro antiprimavera, por lo menos estando en Culiacán. Me gustan más los climas fríos, los días grises (Londres me vendría bien para vivir), los días lluviosos, y que cuando el sol asome su cara o de vez en cuando el día amanezca soleado sea una dicha y no una desfortuna. Soy el equivalente al Grinch, pero en estaciones del año: voto por el invierno.
En definitiva este comentario está tan fuera de lugar, como lo es mi persona en Culiacán: una ciudad donde los días de invierno (entiéndase de frío meritorio de abrigo) se pueden contar con los dedos de una sola mano y donde los días soleados, sin nubes abundan.
Ni hablar, como diría Cristina Pacheco "aquí nos tocó vivir".
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