7 abr 2010

Desperté

Sentía como la noche iba despidiéndose, pues no se sentía el frío nocturno si no una brisa matutina que llevaba la fragancia del rocío en los árboles. Aún con los sentidos a medio dormir, sentí tus labios en mi párpados, la tersura de ellos al recorrer el arco de mis cejas bajando por mis mejillas...rosando mis labios.
Eran pequeños besos, "besitos" juguetones, de "buenos días"...provocaste en mí una sonrisa, mis ojos se encontraron de frente con el intruso que osaba espantar el sueño: voluptuosos, carnosos, jugosos, afelpados, tersos, dulces, tiernos, vivos... son tus labios. Y desperté.

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