25 mar 2010

Una nariz inoportuna

Es horrible sentir mocos en la nariz y no poderte sonar, o peor, obtener únicamente agua de ella. Más horrible aún es estar en tal estado cuando está cerca un evento próximo tan importante... como un cumpleaños, por ejemplo.
Sentirse con el cuerpo cortado, ojos llorosos y traer la nariz imposible de controlar sus fluidos hace que el intento de celebrar quede en planes para cuando te sientas mejor o, de plano, se opte por quedarse en casa reposando la gripa. La escena se vuelve más catastrófica si aprovechando la "milonga" el cerebro te juega una mala pasada y viene a la mente una retrospectiva "invasora" que al llegar no sabes si te te duele la humanidad, la bola de años (que te acabas de dar cuenta que llegó a tu puerta sin avisar)o la gripa "oportuna" en plena primavera.
Pese a todo eso, es un día especial y digno de celebrar. Espero que las narices escurrientes hayan dejado pasarla bien (sin ser aguafiestas); de haber dado lata, deseo que el ánimo esté dispuesto para ir a festejar a la brevedad; pues no todos los días se cumplen 39.
¡Felicidades!

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