25 ene 2010

Dolores

Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma búscame,
escúchame.
En algún sitio mi voz, sobreviviente, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.

Hay formas de explicar el dolor, pero ninguna tan hermosa como lo escribe Jaime Sabines en este poema. Cada día me asombro más y más por el poder de la palabra; si algo he aprendido de un par de años para acá, es que la palabra duele, rompe, rasga con una facilidad cual corte limpio de bisturí, pero cuando endulza el oído; es un dolor ataladrante porque está presente a cada momento, a cada minuto del día.
¿Cual de estas dos sensaciones se "disfruta" más? "Entre los escombros de mi alma" buscaré...

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