Bajo los árboles estrella caminan dos tomados de la mano, orgulloso uno del otro, sin mayor preocupación que el camino propio y disfrutarse mutuamente.
El poco viento que mece las hojas y el ruido que provoca la corriente de los tres ríos hace el encuadre y el momento invaluable, el instante perfecto para eternizar. No hace falta ver los rostros para ver en ellos la alegría de conocerse, no hace falta ver los ojos para descubrir las respuestas del encuentro... Una foto captó detuvo el tiempo donde sólo ellos importan, mientras a sus espaldas vigilantes se disfruta del encuentro... al final de cuentas hay lazos que nadie puede romper.
No hay comentarios:
Publicar un comentario