11 nov 2009

Amor, disciplina y ¡nalgadas!

No cabe duda que uno no nace sabiendo ser padre, pero lo cierto es que pese a que me he empeñado a buscar información en libros y más libros, lo eficaz, ante todo han sido las nalgadas.

Hay algunos que piensan que los hijos hay que dejarlo ser; pero he llegado a mi propia conclusión luego de leer tanto: Combinado con amor y disciplina, la corrección física no tiene por qué causar estragos. Además,la misma Biblia lo dice: Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma (Proverbios 29:17.

¿De qué sirve corregir a un hijo cuando éste ya no recibe las instrucciones de un padre? Es por eso que desde pequeño la formación es muy importante, porque en la adolescencia se reflejará la semilla que hemos sembrado. En lo personal, confió en Dios que esta siembra dará frutos y en abundancia. Hans es un niño obediente, un tanto berrinchudo, pero diligente; y ha entendido las consecuencias de sus arrebatos, como lo fue el berrinche que término en el hospital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario