11 abr 2008

Descarne

Despedidas de amigas, destierros amorosos, muertes, pérdidas, son suceso que han quitando pequeños pedazos de piel que con el tiempo han vuelto aparecer. No hay forma de decir cual dolió más o menos, cual fue el que tardó más tiempo en sanar, o simplemente cuando dejó de doler.

La pérdida de la libertad de hacer y deshacer es el descarne que ha dolido más: mi hermosa volatilidad que me hacía ir y venir (Alguna vez entre amigas decíamos: libres como el viento, peligrosas como el mar!). No sé cuanto dure curar esta gran herida, no sé cuando dejará de doler, pero lo único que sí sé es que ese dolor es el más grande que he sentido y el único que me ha hecho reconocerme como una real masoquista, ya que con él a su vez he recibido disfruto de una gran alegría: mi hijo.

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