21 mar 2008

Entre escombros y cenizas

¿Qué pasa cuando la vida te da un vuelco y te hace una jugada que no esperaste nunca, cuando de repente lo que parecía un gran avance en el camino, se vuelve un espejismo?

Pasó el temblor más fuerte en mis casi 29 años, y aún no se han retirado los escombros, no se ha hecho una planificación ni un recuento de los daños para volver a levantar todo aquello que fue destruido.

Los resurgires son interensantes y hermosos a la vez, el ave fénix es una muestra de ello, pero no deja de ser doloroso el proceso, aún siguen doliendo los golpes y las cicatrices.

Pese a que el pronóstico en estos últimos días no parecen nada alentadores, hay momentos en que la sonrisa sincera de alguien que va descubriendo el mundo hace que los daños sean menos fuertes, pero aún siguen ahí, y siguen siendo daños.

Sé que pasará, sus inocentes ojos me lo demuestran al verme, la pregunta es ¿cuánto tiempo transcurrirá y cuándo dejará de doler?

1 comentario:

  1. Ay, mujer... gracias por tu visita directa a mi centro mineral... Te leo por segunda vez... ummm... no digas eso de los destrozos para siempre... generalmente tenemos la compasión suficiente y la inteligencia de sobrevivir como para recolectar los fragmentos y construir un nuevo collage existencial... Pero si todo se colapsó, que no creo, ya sabes: polvo, humo y a amasar un nuevo ser con tus líquidos biológicos más intimos... suerte... Pau

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