22 dic 2008

Reflexiones luego de un cumpleaños

Por la noche cuando todo acabó y cerré la puerta del cuarto, simplemente no lo podía creer. Viéndote acostado en tu cuna, luego de una tarde ajetreada donde lo que comenzó como un simple pastel se convirtió casi en una piñata, aún seguía sin creerlo.

¿En qué momento crecí y me convertí en mámá? Fue hasta ese momento que me di cuenta en lo que me había convertido...y lloré, no fue un llanto de tristeza, sino fueron lágrimas de alegría, al ver mi crecimiento.

Antaño mi boca confesó en burla todo esto, lo veía vacío, sin chiste: en conclusión una carga. Más ahora, Este día, fue hermoso, aunque nunca me hubiese imaginado haciendo todo lo que hice; fue cuando me senté en la cama y la memoria haciendo recuento de lo que había pasado, sé que valió la pena.

Después de la reflexión, vino tu rostro a mi mente, y no pude evitar pensar que me hubiera gustado que hubieses estado aquí, sin duda alguna te hubieses sentido orgullosa de mi, pero sobre todo feliz por este pequeño.

Desde aquí sé que estas conmigo, y confiada en que nos volveremos a encontrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario