Los jesuitas. Luego de leer el volumen tres del seminario de jesuitas en el noroeste novohispano, me quedé helado. Si bien no sería un libro que originalmente hubiera comprado, creo que es muy interesante y rompió con toda barrera contra el tema.
Independientemente de la orden a la que pertenecían y lo que hacían, como seres humanos y el trato que se les dio luego de que el Virrey cumpliera las órdenes de sacarlos del país, es horrible ver el trato, pero también, en contraparte, también es sorprendente el trato preferencial que daban a los pudientes para contar con su favor (según la Monita que se incluye en esta edición).
Lo que sí es cierto, que no hay nada mejor que saber la historia (de primera mano) de aquellos que anduvieron entre estas tierras. Pero aún más para mi sorpresa fue el haberme encontrado el artículo de Tepotzotlán, lugar que conocí cuando estuve en México, y recordando el paseo que hice con mis primos y mi tía, aún más orgullosa me sentí de haber estado ahí.
No cabe duda que uno en ocasiones conoce cosas que posteriormente le damos la importancia que realmente tiene.
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