Tiempo para todo

No cabe duda que hay tiempo para todo, para reir o llorar, para trabajar y estar de holgazan, para preocuparse y para dejar todo en manos de Dios.
Ayer aprendí que cuando dejas las cosas en manos de Dios las cosas son más fácil de llevar, y él es que guía, pues no hay nada mejor que lo que él decida para nuestra vida.

El proyecto que con tanto amor empezamos mi socia y amiga Karime, se suspende temporalmente, desgraciadamente, no era el tiempo de emprender pese a la perseverancia y dedicación que le imprimimos. Lo bueno, fue que nuestra amistad se afianzó mucho más que nunca, y que somos especialistas en muffins decorados. Lo malo, es que ya no nos veremos tanto, y que Hans como Leonardo no jugaran como en días anteriores.

Sé que empieza una nueva etapa; hoy pasó por mi mente regresar a los medios de lleno, y dejar de jugar a que trabajo de medio tiempo.En fin...Dios dirá qué es lo mejor.

Hoy, más que nunca, he aprendido la lección...Todo tiene un tiempo adecuado y un porqué (aunque a veces no lo entendamos).