1 jul 2010

Un esfuerzo reconocido

Hace días recibí el mejor reconocimiento que le pueden hacer a una mamá: el resultado de la disciplina que he cambiado en el chiquilín ha dado los frutos en la guardería, pues las peleas, mordidas, golpes en la cabeza a la menor provocación han desaparecido.
"Felicidades porque H.... ha mejorado su conducta. No sé qué hizo pero le dio resultado y la verdad no cualquier mamá pone atención a esas cosas", me dijo la directora mientras esperaba a mi pequeñito. Por supuesto que salí con una sonrisa de oreja a oreja y con la satisfacción de que voy por buen camino aunque me critiquen, digan y desdigan.
Estoy orgullosa de mí misma, porque para obtenerlo he tenido que cambiar muchas cosas en mí, y aunque aveces el cansancio me gana y domina por minutos; se está formando un pequeñito con grandes valores, amoroso, cariñoso, sociable, seguro de sí mismo y de que es un ser amado. Ha sido difícil (y más estos últimos días donde la carga ha sido dura)pero no imposible.

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